
En Myanmar aumentó a al menos 3.154 la cifra de víctimas mortales, mientras continúan las labores de limpieza, con la improbabilidad de rescatar sobrevivientes debajo de los escombros. En medio de la devastación tras el terremoto de 7,7 de magnitud, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre el riesgo de brotes de cólera en el país.