
El número de muertos por el gran terremoto de la semana pasada en Myanmar asciende a 2.719, según informó el martes el jefe de la junta gobernante, y se espera que la cifra supere los 3.000, en medio de una guerra civil que dificulta las labores de rescate. Mientras tanto, en Bangkok, equipos buscan sobrevivientes entre los escombros de un rascacielos derrumbado.