
Varias grandes empresas francesas han recibido cartas de la embajada de EE. UU. en París, exigiéndoles abandonar políticas de discriminación positiva, como las acciones para promover la paridad de género o la inclusión de minorías, si desean seguir participando en licitaciones públicas estadounidenses. El ministerio francés de Comercio Exterior ha denunciado esta medida como una «injerencia inaceptable».