
China instó nuevamente a EE. UU. a dejar de verlo como una amenaza y abandonar lo que ha calificado como una «mentalidad hegemónica». Esa declaración coincide con la decisión del Gobierno de Donald Trump de añadir decenas de entidades chinas a su lista de restricciones a las exportaciones y de imponer un arancel de 25% a que cualquier país que compre petróleo o gas a Venezuela, algo que afecta directamente a Beijing.