
Corea del Sur enfrenta el peor incendio forestal de su historia, con más de 33.000 hectáreas arrasadas y al menos 27 muertos. Las llamas, que llevan una semana propagándose rápidamente por las regiones montañosas del sureste del país, han obligado a más de 37.000 personas a abandonar sus hogares. El gobierno surcoreano ha intensificado los esfuerzos para contener el fuego, mientras la situación empeora debido a las condiciones climáticas secas exacerbadas por el cambio climático.