
El Gobierno de Donald Trump anunció el martes 25 de marzo un acuerdo con Rusia y Ucrania, por separado, para una tregua en el mar Negro y un alto el fuego sobre las infraestructuras energéticas de ambas partes. No obstante, un día después, estos pactos han comenzado a tambalear, entre las acusaciones mutuas de violación de la tregua en las instalaciones eléctricas y las condiciones que exige Moscú.