
En su actualización semestral del presupuesto ante el Parlamento británico, la ministra de Finanzas, Rachel Reeves, confirmó que el Gobierno laborista recortará la asistencia social, incluyendo el apoyo a personas con enfermedades y discapacidades, en un total de 4.800 millones de libras durante los próximos cinco años. Con medidas como esta, busca evitar un alza de impuestos en medio de una compleja situación fiscal.