
El presidente estadounidense firmó una nueva y polémica orden ejecutiva, que exigiría un comprobante de ciudadanía para ejercer el derecho al voto, una medida que pasa por encima de la autoridad encargada de establecer las reglas electorales y que podría dejar por fuera a estadounidenses de bajos recursos y migrantes podrían encontrar obstáculos al momento de sufragar.