Human Rights Watch (HRW) ha condenado las atrocidades cometidas por el Ejército de Mali, el Grupo Wagner, y militantes islamistas desde la retirada de las fuerzas de paz de la ONU el pasado diciembre. La junta gobernante forzó la salida de la misión de estabilización de Naciones Unidas, dejando a Mali sumido en la violencia yihadista y separatista.