
Ganó dos torneos WTA 1000 de manera consecutiva, dejando en el camino a las mejores raquetas del circuito, disparó servicios por encima de 200 kilómetros por hora, escaló al sexto lugar del ranking mundial, ya suma una medalla olímpica y tiene apenas 17 años. Es Mirra Andreeva, una sensación juvenil que promete llegar mucho más lejos.