
Siria avanza en su proceso de transición tras la caída de Bashar al-Assad. Las fuerzas kurdosirias firmaron un acuerdo con el gobierno de facto, con el que pactaron unirse a las fuerzas del Estado. Pese a la celebración en varias poblaciones controladas por la minoría étnica, el proyecto de unidad nacional se ve empañado por los enfrentamientos del gobierno de transición de Ahmed al-Sharaa con facciones leales a al-Assad. Esa ofensiva cobró la vida de más de 1.300 personas, la mayoría civiles alauitas.