
Los hutíes, un grupo chií que controla amplias zonas de Yemen, incluida la capital Saná, respondieron a los ataques estadounidenses lanzados el sábado por la noche, afirmando haber destruido un portaaviones. Además, advirtieron que todos los buques presentes en el Mar Rojo y Arábigo podrían convertirse en blanco de sus represalias. Imágenes difundidas por los medios hutíes sobre los primeros ataques estadounidenses en Yemen, desde el retorno de Trump a la Casa Blanca, muestran a niños y a una mujer heridos siendo atendidos en la sala de urgencias de un hospital.