
En un giro inesperado, Hamás afirmó haber aceptado liberar al soldado israelí-estadounidense Edan Alexander y devolver los cuerpos de cuatro rehenes fallecidos que tendrían también doble nacionalidad. Israel calificó el trato de «guerra psicológica» y que busca «torpedear los diálogos». Entretanto, sobre el acuerdo de alto el fuego, Tel Aviv decidió no pasar a la fase dos, impuso cambiar los términos y extender la fase uno con liberaciones. Informan nuestros corresponsales Janira Gómez Muñoz y Federico Cué Barberena.