El emocionante acto de reapertura de Notre-Dame dio este sábado 7 de diciembre un respiro al presidente francés, Emmanuel Macron, en medio de una turbulenta semana política. El renacimiento de un símbolo nacional ante franceses expectantes y líderes internacionales, en el que aprovechó para mediar en la guerra en Ucrania, le devuelve a Macron algo de paz en medio de su encrucijada.