
Blanco de una moción de censura que unió a extremos opuestos —la izquierda y la ultraderecha— al derechista Michel Barnier, de 73 años, le faltaba un día para completar los tres meses exactos en el cargo. Barnier, que pasará a la historia como el primer ministro más efímero de Francia desde 1958. Su misión fallida era tejer consensos.