En el quinto día de manifestaciones en Georgia, cientos de personas se reunieron frente al Parlamento para exigir que continúen las negociaciones de adhesión a la Unión Europea y principalmente para pedir nuevas elecciones “libres y justas”. La ruptura sigue predominando entre los miembros del Gobierno: la presidenta Salomé Zourabichvili, dijo que la solución a las protestas era repetir la elección, mientras que el primer ministro, Irakli Kobakhidze, dijo que la presidenta reaccionaba a la derrota electoral y descartó retomar el diálogo con los opositores.