Tras cuatro noches consecutivas de protestas en Tiflis, capital de Georgia, más de 200 personas han sido detenidas. Las revueltas volvieron a estallar luego de que el Gobierno actual, afín a Rusia, suspendiera hasta 2028 las negociaciones para la adhesión del país a la Unión Europea. Ante la espiral de movilizaciones, el Kremlin advierte signos de una revolución similar al Maidán en Ucrania, aunque asegura que no intervendrá.