Tras el anuncio del Gobierno de Donald Trump de imponer aranceles adicionales a todo el acero y el aluminio que entre a Estados Unidos, diversos líderes mundiales han rechazado la medida y han prometido una respuesta firme, entre ellos Canadá y la Unión Europea. «Los aranceles son impuestos: malos para las empresas, peores para los consumidores», dijo Ursula von der Leyen, jefa del bloque europeo.
