Damasco confirmó una ofensiva rebelde a gran escala contra el Estado sirio, en una docena de pueblos y ciudades de la provincia de Alepo, y en la ciudad de Idlib, en el noroeste del país. Al menos 200 personas murieron en los combates, entre ellos 121 rebeldes y 61 hombres pertenecientes al Ejército sirio, incluidos cuatro oficiales, según la más reciente actualización del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Reino Unido, y que desde hace años monitora la guerra con fuentes en el terreno.