El abrupto corte de la ayuda estadounidense a Siria ha afectado gravemente al campo de refugiados de Al-Hol, empeorando las condiciones de vida de sus 37.000 residentes, y alimentando potencialmente el crecimiento de ideologías radicales, según las directivas del campo. Por ello, instan a la comunidad internacional a repatriar a sus ciudadanos del campo, considerado el lugar más peligroso del mundo, para evitar la propagación de ideologías extremistas.
