Después de semanas de amenazas de imposición de aranceles a la importación de bienes procedentes de México, Canadá y China, el presidente estadounidense, Donald Trump, materializó lo que podría ser el inicio de una guerra económica. En México, los ciudadanos saben que dependen plenamente de Estados Unidos; los habitantes de Canadá muestran su inconformidad con la decisión y los estadounidenses enfrentan división y escepticismo. Para los expertos, los aranceles no benefician a nadie.
