Alfredo Díaz, político venezolano considerado por EE. UU. como “preso político” del Gobierno de Nicolás Maduro, falleció en prisión el 6 de diciembre a causa de un infarto, según el Servicio Penitenciario de Venezuela. Su muerte generó rechazo tanto por parte del Gobierno de Estados Unidos como de la oposición venezolana y avivó la conversación sobre las condiciones en las que se encontrarían presuntos presos políticos en el país.
