La amenaza del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de un arancel del 25% para los productos de México y Canadá y del 10% para los artículos chinos generaron impactos negativos en índices de los mercados internacionales y despertaron tensiones entre los aliados comerciales de Washington. El Gobierno de Justin Trudeau, acusado de no contener la inmigración, subrayó su importancia en la seguridad energética de EE. UU. Beijing, responsabilizado por el flujo de fentanilo, avisó que “una guerra comercial” no tendrá ganador.