En Sudáfrica, la Policía confirmó la muerte de 78 mineros ilegales de un grupo de casi 500 que quedaron atrapados a casi 2 kilómetros de profundidad en una mina de oro abandonada. La operación de rescate pone fin a meses de enfrentamientos con la Policía, que en julio decidió bloquear las entradas e impedir el suministro de alimentos y medicinas, alegando que los mineros, en su mayoría migrantes, se negaban a salir para evitar ser detenidos.