
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, está siendo presionada por Bruselas para hablar en nombre de la UE durante su reunión con Donald Trump el jueves en Washington, en un intento de obtener concesiones en materia de aranceles. Ella es la única líder europea que ha sido invitada a la toma de posesión del presidente estadounidense, compartiendo con él una visión conservadora sobre el aborto, la inmigración y la religión.