
En solo 24 horas, una serie de bombardeos israelíes dejó más de 400 muertos en la Franja de Gaza. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, anunció que seguirán las operaciones sobre el enclave palestino hasta la liberación de todos los rehenes en manos de Hamás. Sin embargo, la mayoría de las familias de los secuestrados pide con desesperación la aplicación del cese el fuego inicialmente firmado.