
En 50 años, los deportes de invierno han transformado las montañas y han traído prosperidad a las comunidades locales de Francia. Pero los Alpes franceses se están calentando el doble de rápido que el resto del planeta. En altitudes bajas y medias, la falta de nieve hace que esquiar sea casi imposible. Ahora que los Alpes están perdiendo sus mantos blancos debido al aumento de las temperaturas en invierno, ¿qué futuro les queda a las estaciones de esquí más pequeñas?