Tanto en Gaza como en Israel, hubo reacciones a las declaraciones del lunes el presidente de Estados Unidos Donald Trump, en las que afirmó que «se desatará un infierno» en el enclave palestino si Hamás no entrega a los rehenes antes del sábado 15 de febrero, como estaba previsto. El grupo islamista declaró que la única forma de que vuelvan a casa es que se respete el acuerdo que, asegura, ha sido violado por Israel.
